Los investigadores de la Policía Nacional se vieron obligados a extremar las precauciones en el control y seguimiento de los presuntos delincuentes ante las férreas medidas de seguridad que tomaba la organización, que también disponía de vehículos con compartimentos ocultos, denominados “caletas”, así como de una red de pisos y garajes que dificultaban enormemente la localización de los puntos de almacenaje y corte de la droga, según ha confirmado la Policía Nacional.
Los presuntos traficantes crearon una compleja red de distribución con base en las localidades de Ciudad Real y Pozuelo de Calatrava desde
donde coordinaban sus operaciones a lo largo de toda la provincia de Ciudad Real. Dos de los ellos contaban además una dilatada experiencia en el tráfico de drogas, así como con antecedentes previos por hechos similares.
En esta operación, la Policía Nacional ha decomisado un total de 1.213 gramos de cocaína en los dos registros efectuados, así como cuatro básculas de precisión, útiles y sustancias para el procesamiento y corte final de la cocaína y tres vehículos, uno de los cuales disponía de una "caleta" accionada mediante un complejo sistema mecánico para la ocultar la droga.