Todavía es pronto para concretar cifras, pero la organización agraria avanza que la producción en las varietales, las primeras uvas que se recogerán en la provincia y por tanto las que presentan un ciclo vegetativo más adelantado, podría verse reducida entre un 20 y un 30 por ciento.
La comarca de Campo de Montiel sería una de las más perjudicadas, por tratarse de una tierra más arcillosa y, por tanto, más caliente. Como explica a Onda Cero Francisco Patiño, viticultor de la zona y miembro de la sectorial vitivinícola de ASAJA.
La Mancha y Campo de Calatrava también estarían muy afectadas, según Patiño.
Los efectos de las altas temperaturas diurnas y nocturnas son visibles ya en viñas de secano y también de regadío, donde el estrés hídrico se dispara, y también se observan quemaduras directas en las bayas, que van a incrementar el nivel de pérdida de cosecha porque las hojas no protegen la uva.
Las altas temperaturas influyen, además, en la maduración del fruto y podría adelantar el inicio de la próxima campaña de vendimia en la provincia, afirma el viticultor alcubillero.
Francisco Patiño señala que, si bien las bayas serán más pequeñas, la calidad final de las uvas no tiene por qué ser menor. Todavía es necesario esperar la evolución del fruto y el calor podría ser, incluso, positivo en este sentido.