El protocolo, que ha presentado la vicerrectora de Estudiantes, Ángeles Carrasco, busca “paliar, prevenir y corregir” la mala praxis en relación con las pruebas de evaluación del aprendizaje y aspira a ser una herramienta para dar a conocer a la comunidad universitaria tanto los principios, valores y criterios que regirán los procedimientos de evaluación, como las consecuencias que pueden derivarse de su incumplimiento. El documento recoge, a título de ejemplo y con carácter no limitativo, las conductas que pueden considerarse fraudulentas y establece las sanciones que llevan aparejadas.
Asimismo, expone las medidas y procedimientos de actuación que debe seguir el profesorado en la vigilancia, realización y corrección de las pruebas de evaluación y trabajos académicos ante la posible comisión de prácticas fraudulentas, aplicables tanto a las pruebas de carácter presencial como a las no presenciales.
Ángeles Carrasco ha informado de que con la finalidad de que los estudiantes conozcan y sean conscientes de las consecuencias derivadas de una actuación fraudulenta, la UCLM les hará entrega de este protocolo al inicio de los estudios universitarios y el alumnado tendrá que hacer una declaración responsable por la que se compromete a no utilizar medios ilícitos ni a realizar prácticas fraudulentas en las pruebas de evaluación y en los trabajos académicos.