Las tascas regresan a la capital adaptándose a las medidas de seguridad pertinentes en lo que se refiere a la entrada y salida y a la distancia entre mesas. A las dificultades provocadas por la pandemia, hay que añadir que en los últimos años las condiciones meteorológicas habían jugado en contra de los ingresos de estos hosteleros.
Ahora vuelven al Paseo de la feria con ganas de ofrecer sus platos más típicos entre los que destacan el casco de patata, los caracoles o el forro, y confían en que la respuesta de los albaceteños sea óptima. En juego, el empleo de hasta 100 personas para los próximos cinco meses en los que estarán abiertas.
Este año son 9 las tascas que cuentan con autorización municipal para su apertura