Cultura

"Las Meninas de la cerámica" llegan al Museo de Albacete

Se trata de una zafa de loza de Hellín, adquirida por el Ministerio de Cultura

Onda Cero Albacete

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"Las Meninas de la cerámica" llegan al Museo de Albacete | JCCM

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha participado en la presentación de una zafa de Hellín que ha sido adquirida por el Ministerio de Cultura para que pueda visitarse en el Museo Provincial de Albacete.

El delegado de Educación, Cultura y Deportes, Diego Pérez, ha remarcado que esta pieza “viene a enriquecer el patrimonio del Museo”. A este respecto, el delegado ha roto una lanza a favor de la labor de los museos como instrumentos de difusión de cultura”.

Al mismo tiempo, Diego Pérez ha puesto en valor la labor del Gabinete Pedagógico con el que cuenta el Museo Provincial, que “ha permitido recuperar un número importantísimo de visitas entre colegios y difundir el amor y el respeto por el patrimonio”. Este gabinete ha permitido que en los últimos años más de 7.000 niños hayan pasado por el Museo Provincial para participar en diferentes actividades y talleres.

Se trata de una pieza cerámica, concretamente de loza esmaltada, procedente de los alfares de Hellín y que data del siglo XVIII. Está clasificada dentro de la serie de arquitecturas de la loza bicolor (azul y ocre) sobre blanco. Una de las singularidades que presentan estas lozas de Hellín es que la ornamentación se desarrolla en los interiores de las formas abiertas (cuencos y zafas), y no es frecuente la decoración externa, como si sucede en piezas de Talavera de la Reina, Puente del Arzobispo o Villafelich y, dado su alto valor histórico, es considerada como "Las Meninas de la cerámica".

La zafa estaba destinada al aseo personal y tiene el valor añadido de estar personalizada. Se trata de una pieza de encargo que tiene una leyenda en su parte interior, en letras capitales que alude a su propietaria: “SOI DE MI SEÑORA Dª JOSEPHA ENCOMENDADOR”.

La villa de Hellín fue lugar de manufacturación de un género esmaltado (vajillas y azulejos) durante la Edad Moderna y parte de la Contemporánea, que llegó a controlar, principalmente, el mercado del Reino de Murcia, e incluso, se comercializó en otros reinos limítrofes, llegando a fabricar unas quinientas mil piezas al año, entre 1786 y 1788.