Cómo conocer tu genética puede ayudar a iniciarte en el deporte de forma saludable y mejorar los resultados
Practicar algún tipo de deporte de forma regular es indispensable a la hora de llevar un estilo de vida saludable, además de un elemento de ocio muy extendido para un elevado número de personas
Con la cercanía del verano aumenta la frecuencia con la que las personas realizan actividades deportivas, debido al buen tiempo o para ponerse en forma de cara a las vacaciones (la clásica operación bikini). Además de la mejora del aspecto físico, entre sus efectos positivos están el ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares, metabólicas y obesidad, además de aumentar la esperanza de vida. Por otro lado, realizar actividades deportivas conlleva algunos riesgos si no se hace de acuerdo a las características y capacidades de cada persona. Estos riesgos pueden ir desde lesiones hasta, en casos excepcionales, muerte súbita.
Para evitar o minimizar estos riesgos es importante que la vuelta al entrenamiento o el inicio de una actividad deportiva se haga de forma gradual y tomando precauciones previas. En términos generales, todos los que empiezan a practicar deporte deben seguir unos consejos básicos ligados a la intensidad y el estilo de vida. El entrenamiento debe realizarse de forma gradual, ejecutando los ejercicios de menos a más intensidad para no forzar el organismo. Adaptar la exigencia a tu estado actual, para ir aumentando poco a poco. Por otro lado es recomendable complementarlo con una dieta equilibrada, que además de ayudar a conseguir mejores resultados, aporta energía y todos los nutrientes que el organismo necesita.
Pero quizás, uno de los aspectos más efectivos para evitar riesgos y maximizar el rendimiento es saber qué es lo que tú necesitas. Todos somos diferentes, con distintas capacidades e incluso riesgos derivados de enfermedad o lesiones, y conocerlas es imprescindible para adaptar el deporte a tus características personales. Una revisión médica previa al inicio de la actividad deportiva nos dará información sobre nuestro estado y riesgos actuales para poder planificar nuestro entrenamiento de forma saludable. Pero no solo es útil saber cómo estamos, sino también quiénes somos, y por lo tanto qué necesitamos.
GENÉTICA Y DEPORTE
La genética nos proporciona información sobre una gran variedad de factores deportivos como rendimiento muscular, lesiones en tendones, o capacidad pulmonar, que son característicos de cada persona. Todos tenemos marcadores concretos (genotipos) a través de los cuales podemos conocer cuáles son nuestras tendencias deportivas: nuestra capacidad de resistencia, tendencia a lesionarnos o si, por otro lado, poseemos un perfil desfavorable en cuanto a potencia se refiere. Según Nacho Esteban, CEO de 24Genetics, “Mucha de la información sobre riesgos potenciales de sufrir lesiones o enfermedades relacionadas con el deporte está escrita en nuestros genes. Además de nuestro potencial físico. Con la tecnología actual podemos proporcionar esa información a todas las personas para que puedan adaptar el ejercicio a sus características únicas, y alcancen sus objetivos de forma eficiente y segura”. Lesiones, resistencia deportiva, no son los únicos factores que se estudian en la actualidad, también se conoce como diferentes genes influyen directamente en la densidad ósea o cómo interaccionan las fibras musculares de contracción rápida y lenta.
La genética ha sido estudiada en el ámbito deportivo profesional para aumentar el rendimiento. Hoy en día los test genéticos deportivos están a disposición de deportistas de todo nivel que quieran mejorar sus resultados y evitar riesgos cuando practican deporte. Desde casa y de forma sencilla se analizan las predisposiciones genéticas que pueden afectar al rendimiento, el perfil muscular, metabolismo, perfil cardiovascular y predisposición a cierto tipo de lesiones.