1,2 millones de euros para finalizar la implantación del contenedor marrón en toda la ciudad
La Consejería de Desarrollo Sostenible de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha que certifica la financiación del 90% del coste, mediante fondos comunitarios Next Generation.
El Ayuntamiento de Albacete ha recibido la resolución de la Consejería de Desarrollo Sostenible de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha que certifica la financiación del 90% del coste que va a tener el despliegue en toda la ciudad del contenedor marrón para el reciclaje de materia orgánica mediante fondos comunitarios Next Generation.
El concejal de Sostenibilidad, Julián Ramón, ha recordado que la implantación de este contenedor marrón, que es además obligatorio, tendrá un coste de 1.409.958 euros, cantidad que será sufragada casi en su totalidad por Europa, pues la ayuda conseguida es de 1.268.962 euros, “y por lo tanto, el Ayuntamiento de Albacete tendrá que afrontar con fondos propios los 140.996 euros restantes”. Así, tras esta resolución, el Consistorio percibirá el 50% del importe de la subvención por adelantado, y el resto, una vez justificado el 100% del proyecto presentado.
Esta recogida selectiva de materia orgánica se lleva ya a cabo en ocho barrios de la ciudad y ya se está ultimando su extensión a toda la ciudad, proceso que se completará en los primeros compases de 2023. “En estos momentos ya se realiza esta recogida selectiva en Pedro Lamata, Sepulcro-Bolera, Cañicas-Imaginalia, San Antonio Abad, Universidad, Hospital, Hermanos Falcó y Medicina”, ha indicado.
Nuevos contenedores
A diario, se realizan más de 200 aperturas de estos contenedores y en el tiempo que se lleva haciendo esta recogida selectiva se ha logrado recoger por este canal 308.360 kilos de residuos orgánicos. Cabe recordar, que en estos contenedores marrones se debe depositar restos de comida (fruta y verdura, carne y pescado, pan, bollería y otros alimentos, cáscaras de huevo, marisco y frutos secos) y también posos de café y restos de infusiones; papel de cocina, servilletas y pañuelos de papel sucios; pequeños restos vegetales de flores, plantas…; tapones de corcho; cerillas, serrín, palillos y virutas de madera y excrementos de mascotas sin arenas o lechos absorbentes.