UD LAS PALMAS VS. REAL MADRID: Estrellas Fugaces
📌 La UD dio la cara, en ambos partidos estuvo viva hasta los instantes finales
⚽ El equipo enorgulleció a toda la isla y a toda la gente que siente la UD como suya, como algo propio
Canarias |
Los partidos — acontecimiento son como una estrella fugaz. Llegan, alumbran y se van. Duran un chasquido de dedos, pero dejan un regusto eterno en la memoria. Recuerdo perfectamente la primera vez que vi una en el Estadio Insular. Aquello quedará impertérrito en mi cabeza por siempre. Recuerdo aquel escalofrío en mi piel cuando Rubén golpeó la pelota por encima de Casillas, el pase de Alberto Hernández, genial, distinto, por eso a pesar de los pesares — de los feos, de los goles en contra, de los gestos- nunca he podido enfadarme con el pibe de La Isleta, porque siempre que lo veo viene a mí ese recuerdo eléctrico, alegre, infantil, ese celebrar aquel gol como en una ensoñación, como frotándome los ojos. En esos partidos, supongo que para estar juntos, me sentaba en primera fila junto a mis primos, solos, por delante nuestro, todo el universo.
A nuestra derecha, pegados o cerca de Tribuna, estaba UltraNaciente, luego la portería, nosotros, y la Grada Sur: todavía puedo vivir, si cierro los ojos, aquella sensación de subir desde la calle, traspasar el umbral y cruzar sus paredes vetustas, las gradas por debajo, añejas, esqueléticas, con los baños a un lado, su marea de agüita amarilla y recordar aquella mezcla de sudor, calamares, porros y césped. No es hermoso si lo ves con frialdad, pero es genuino y es lo que me ha quedado, es lo que la memoria ha ido macerando hasta llegar a hoy veintitantos años después.
Ayer hubo muchos niños así, como nosotros aquellos días, y con el gol de Javi Muñoz, -vale también el de Munir al Barcelona- vivieron su estrella fugaz, no sirvió para ganar y el resultado deja un regusto amargo, pero también marca la pauta de lo difícil que es superar a los colosos
La UD dio la cara, en ambos partidos estuvo viva hasta los instantes finales. El equipo enorgulleció a toda la isla y a toda la gente que siente la UD como suya, como algo propio. Ayer tuve la sensación de que si se hacen las cosas bien, estos partidos — acontecimiento pueden empezar a ser rutina en el calendario, no una anomalía, no un hecho aislado al que agarrarse cada x años. Se miró a la cara al Real Madrid, se jugó, obviamente se vieron algunas carencias, pero ese pechito hinchado va a durar porque ayer hubo niños que ya nunca más volverán a ver igual a la UD: ayer estaban delante las estrellas que ven semana a semana en la tele y salieron del Estadio con la cara alta, enamorados de la UD, con esa mezcla de temor y angustia primeriza, sabedores de que algo distinto, hermoso y nuevo se acaba de quedar clavado en su memoria para siempre.