El Govern balear y las navieras turísticas han cerrado un acuerdo para compatibilizar el turismo, la protección cultural y medioambiental de la ciudad y la convivencia con los residentes.
Así, Palma de Mallorca se ha convertido oficialmente desde este jueves en el primer puerto español que limita a tres, como máximo, la llegada de cruceros turísticos a su puerto.
Baleares y representantes de las grandes empresas de la industria turística y de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) han sellado este acuerdo por el que hasta 2026 en el puerto de Palma solo podrán coincidir tres cruceros al día, y de ellos solo uno podrá ser un megacrucero con más de 5.000 pasajeros.
Sin embargo, en la actual temporada turística, que ya está en marcha, podrán arribar al puerto de Palma cuatro buques en determinadas fechas y durante solo 18 días en todo el año. En total, la media diaria de cruceristas en una semana no debe sobrepasar los 8.000 turistas.
La firma de este acuerdo llega tras dos años de negociación para iniciar un nuevo modelo en este sector que busca la sostenibilidad del turismo de cruceros.
Además, supone un precedente en el sector en España y un ejemplo para los principales destinos del Mediterráneo, al regular la llegada de grandes buques igual que hizo la ciudad croata de Dubrovnik.