CRISIS EN VOX

Vox en Baleares sigue en la senda de la descomposición

El último diputado en causar baja en en el partido es Agustín Buades. Él también mantendrá de momento su acta de diputado en el Parlament balear. No se descartan más dimisiones en Vox Baleares, dado el descontento con la dirección nacional y la presidencia regional

Elka Dimitrova

Illes Balears | 26.09.2024 10:03

Agustín Buades, Idoia Ribas y Sergio Rodríguez, diputados del grupo parlamentario Vox en Baleares | Martí Rodríguez

Primero fue Xisco Cardona, después los tres diputados "díscolos de Vox", el conseller insular Pedro Bestard y ahora también el diputado balear Agustín Buades, quien ha entrado en el grupo de los "rebeldes", los que de una manera u otra se han alejado de Vox Baleares y su doctrina. Una parte del partido en las islas ha mostrado públicamente su descontento con la dirección nacional y "la falta de democracia interna", según fuentes cercanas a la formación.

La implosión de Vox en Baleares, socio clave del PP balear esta legislatura, empezó con la dimisión de Xisco Cardona, que dimitió de todos sus cargos orgánicos en Vox, pero mantuvo su acta de diputado en la cámara balear. El menorquín insinuó entonces que posiblemente habría más afiliados que seguirían sus pasos y así ha sido.

La gran crisis política en el entorno del partido de Santiago Abascal en Baleares vino con el desplante de los diputados autonómicos "díscolos" Idioia Ribas, Sergio Rodríguez, Manuela Cañadas y María José Verdú cuando se les abrió un expediente disciplinario y suspensión cautelar por decidir la expulsión de Patricia de las Heras, actual presidenta balear del partido, y Gabriel Le Senne, que sigue presidiendo el Parlament balear. Ribas, Rodríguez y Verdú, sin embargo, siguen en Vox y mantienen sus actas de diputados, aunque han creado paralelamente y por su cuenta la asociación "Avanza en Libertad".

Hace pocos días la actual portavoz parlamentaria de Vox en Baleares, Manuela Cañadas, insinuó que los tres "díscolos", de los que se alejó la propia Cañadas, crearían un propio partido, ante lo que Rodríguez, Ribas y Buades pidieron su dimisión. Cañadas sigue al frente de la portavocía del partido, pero esta misma semana ella y su entorno en Vox Baleares recibieron la visita de la vicesecretaria nacional, Montse Lluís, para celebrar una reunión de crisis que, en palabras de Cañadas, fue para tratar "asuntos internos del partido que no incumben a ningún ciudadano".

El líder nacional de Vox, Santiago Abascal, rompió unilateralmente los acuerdos de su partido con el PP en todas las comunidades autónomas donde gobiernan o les dan apoyo, es el caso de Baleares donde el PP gobierna en solitario, pero también dio por rotos todos los acuerdossuscritos con Vox en Baleares. De hecho, los diputados autonómicos que dimitieron de todos sus cargos orgánicos en el partido criticaron abiertamente que los 110 puntos firmados para dar estabilidad al Govern balear quedaran en papel mojado.

Uno de los últimos cargos importantes de Vox en las islas que dio la sorpresa fue el vicepresidente y conseller de Medio Ambiente del consell de Mallorca, Pedro Bestard, quien este mes de septiembre protagonizó una nueva fuga. Bestard dejó la dirección de Vox en Baleares en medio de la crisis interna que vive el partido, sobre todo a nivel autonómico, haciendo temer la estabilidad del pacto político existente en el seno del consell de Mallorca.

En cuanto al último diputado autonómico en mostrar su descontento con la dirección de Vox, Agustín Buades, ha comunicado este miércoles que se da de baja en Vox después de haber recibido durante la tarde de este martes un correo electrónico en el que la formación le comunicaba la apertura de un expediente disciplinario y la suspensión cautelar como afiliado de Vox. En un comunicado, Buades ha revelado que así lo ha decidido "ante las acusaciones graves y sin fundamento" sobre su persona "y ante la indefensión que se produce sobre las alegaciones que pueda presentar".

Según Buades, ha comprobado que la utilización de los expedientes disciplinarios "no sirven más que para amedrentar a los afiliados sin que se lleguen a solucionar nunca". Además, el diputado, que ya había abandonado el grupo parlamentario Vox y permanece como no adscrito, ha recordado haber pasado ya "por una idéntica situación" junto a los diputados Idioia Ribas, Sergio Rodríguez, Manuela Cañadas y María José Verdú cuando se les abrió un expediente disciplinario y suspensión cautelar por decidir la expulsión de Patricia de las Heras y Gabriel Le Senne, "que sigue sin resolverse ni archivarse", ha remarcado.

En cualquier caso y pese a su marcha, Buades asegura que se sigue considerando "de Vox" y dice esperar que "algún día la dirección nacional se dé cuenta de que la falta de democracia interna es lo que está arruinando un proyecto que tanto ha costado a cientos de personas levantar". Por todo ello, y antes de reiterar que es de Vox "de corazón e ideas", ha informado que ha comunicado ya su baja al partido "esperando que, cuando se acepten las críticas y divergencias democráticas dentro, pueda volverme a afiliar". dinero".