SERVICIOS SOCIALES

La residencia de Son Dureta abrirá en un año y medio

La residencia de ancianos situada junto al antiguo hospital de Son Dureta, en Palma, que contará con 120 plazas, ya está en obras.

EFE

Illes Balears | 06.05.2022 12:40

Obras demolición Son Dureta | Onda Cero

La residencia de ancianos situada junto al antiguo hospital de Son Dureta, en Palma, que contará con 120 plazas, ya está en obras y se prevé que esté finalizada en cuestión de 18 meses, ha anunciado este viernes en el acto de colocación de la primera piedra la consellera de Asuntos Sociales, Fina Santiago.

El centro se sumará a la red de atención a la dependencia de Baleares, que en la actualidad dispone de entre 2.600 y 2.800 plazas entre las de gestión pública directa y las concertadas.

La consellera ha explicado que hay una demanda no cubierta de plazas residenciales que no es estable y que se sitúa alrededor de 1.800 personas, pero ha puntualizado que reciben otros tipos de prestaciones como teleasistencia, atención a domicilio o centro de día, entre otras.

Ha defendido la necesidad de mantener la inversión en equipamientos de forma constante para hacer frente al envejecimiento de la población y a la vez apostar por la llamada "economía de los cuidados".

Santiago ha recordado que la Conselleria convocó un concurso arquitectónico para esta residencia, al que se presentaron 25 proyectos.

Ha destacado que la obra, con un presupuesto de 10,4 millones, incluidos el mobiliario y el equipamiento, se ha podido incorporar al Plan de Recuperación y Resiliencia y será financiado con fondos europeos, gracias a que el trabajo "estaba hecho" y a que coincide con el modelo que exige la UE de favorecer servicios sostenibles, que beneficien a la población y además "modifiquen la economía".

Santiago ha recalcado que en esta residencia para 120 ancianos se crearán "al menos 100 puestos de trabajo estables y que requieren cualificación en un 90 % de los casos".

La infraestructura, concebida como "un conjunto de claustros", en plena conexión con el adyacente bosque de Bellver, tendrá 5.875 metros cuadrados y contará con la mayor calificación energética posible (A) debido a medidas de eficiencia y bioclimatización, ha explicado uno de los arquitectos, Toni Montes, autor del proyecto junto a Laia Isern.

Montes ha explicado que concibieron el proyecto para aprovechar al máximo la cercanía a Bellver y que sea "un edificio en el bosque", mediante patios con árboles que darán continuidad a la naturaleza y la llevarán al interior. Partieron de dos premisas: el bienestar de las personas que vivirán en la residencia y la sostenibilidad energética y medioambiental.

Se estructura en dos alas residenciales y una zona intermedia común con espacios para compartir en la planta baja y los principales servicios asistenciales en la primera planta.

Montes ha explicado que la residencia "se organiza en seis pequeñas comunidades" para facilitar la relación entre los residentes con sus vecinos más cercanos.

Aunque las habitaciones no son grandes, todas ellas tienen un gran ventanal con vistas a la naturaleza.

La residencia utilizará "la mínima energía posible para lograr el máximo confort", mediante el aprovechamiento del sol en invierno y protección regulable en verano; ventilación natural cruzada y mejorada por el bosque y los patios arbolados y con inercia térmica lograda con los materiales utilizados.

Además generará su propia energía con 128 paneles solares en las cubiertas que producirán 80 KW, y cuenta con un aljibe que recogerá agua de lluvia para el riego. El diseño del edificio permite una relación armónica con el entorno y los materiales utilizados son de bajo impacto.

"Trabajamos en obra pública, pero cuando se trata de un proyecto que supone una aportación para cuidar a los mayores, a las personas que nos han llevado hasta aquí, son los proyectos en los que más ilusión nos hace trabajar porque creemos que es imprescindible, para una sociedad sana, que cuide de las personas que han construido esta sociedad", ha dicho el arquitecto.