El precio de la vivienda en Baleares se dispara un 59,5% en 15 años, dejando a muchos residentes fuera del mercado

La economía de Baleares ha registrado un crecimiento del 3,2% en el tercer trimestre del año, superando los datos del mismo periodo del año anterior, si bien ligeramente por debajo de la media española. Por islas, Mallorca ha experimentado un impulso del 3,3%, Menorca un 2,7% y las Pitiüses un 2,5%.

Según el análisis de coyuntura económica del Govern, todos los sectores han recuperado su crecimiento, especialmente el de servicios, a pesar del repunte de la inflación, que se sitúa en el 2,8% debido principalmente al encarecimiento de la vivienda y el transporte.

El mercado laboral balear continúa mostrando cifras positivas, superando el medio millón de afiliados a la Seguridad Social en noviembre. El gasto turístico también ha alcanzado un récord histórico, con 21.695 millones de euros, lo que representa un aumento del 12,1%. Asimismo, la llegada de viajeros ha crecido un 4,7%, y el gasto medio por turista y día se ha situado en 190 euros hasta octubre, el más alto hasta la fecha.

Sin embargo, el mercado inmobiliario representa el principal desafío del archipiélago. Los precios de venta de las viviendas han aumentado un 5,8% en el tercer trimestre, mientras que las operaciones de compraventa han disminuido un 5%. Esta situación, junto con el crecimiento poblacional y la disparidad entre el aumento de los precios de la vivienda y los salarios, está dificultando el acceso a la vivienda para muchos residentes.

Los salarios crecen un 26,8%, pero los precios de la vivienda se han disparado un 59,5%

El vicepresidente del Govern y conseller de Economía, Hacienda e Innovación, Antoni Costa, ha explicado que la población balear ha crecido un 46,3% en las últimas dos décadas, mientras que el número de nuevos hogares ha aumentado un 31,2% en el mismo periodo. Esta desproporción ha provocado que el precio de las viviendas se haya incrementado un 59,5% desde 2008, frente a un aumento salarial del 26,8% en el mismo periodo.

Para revertir esta tendencia, el ejecutivo autonómico plantea a medio y largo plazo una transformación del modelo económico hacia uno basado en el valor y en una mayor productividad, lo que permitiría aumentar los salarios y mejorar el poder adquisitivo de los ciudadanos. En este sentido, Antoni Costa ha señalado que se buscará reducir el ritmo de crecimiento poblacional e incrementar la oferta de vivienda.