Juicio por el caso 'Confeti'

La Policía considera que la manifestación del caso Confeti "no representaba especial peligro"

Ninguno de los ocho testigos propuestos por la Fiscalía para avalar su acusación contra los doce jóvenes juzgados por desórdenes en una protesta contra el turismo masivo en el puerto de Palma apreció que aquella acción causara riesgos o daños relevantes a bienes o personas. Los empleados del restaurante recuerdan que los clientes se sintieron "molestos".

Europa Press

Baleares | 15.06.2022 10:00

La Policía considera que la manifestación del caso Confeti "no representaba especial peligro" | Europa Press

El agente de la Policía Nacional que instruyó el atestado de la manifestación de Arran en el Puerto de Palma del 22 de julio de 2017 ha asegurado este martes que aquella era una "movilización social como tantas que no representaba especial peligro". Así lo ha señalado el agente durante su declaración como testigo en la segunda jornada del juicio del caso Confeti, que ha continuado este martes en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Baleares.

El acto de protesta contra la masificación turística tuvo lugar en el Moll Vell y en él sus participantes desplegaron pancartas, encendieron bengalas y lanzaron confeti en la terraza de un restaurante. Cabe recordar que el Ministerio Público pide un total de 29 años de cárcel para los 12 acusados en este caso, con penas de entre dos y cuatro años de prisión. Nueve de los 12 acusados negaron este lunes, durante la primera jornada del juicio en la Audiencia, que asistieran a dicha protesta organizada por Arran en el puerto de la capital balear.

ACTUACIÓN DE LA POLICÍA

Durante la segunda jornada del juicio, el agente instructor del atestado ha relatado que acudió a la zona del Moll Vell tras recibir una llamada que avisaba de que estaba actuando la policía portuaria. Al llegar allí, "ya no quedaba nadie", solo dos policías de Autoridad Portuaria y uno de los jóvenes que había sido identificado. La Policía habló con testigos, como el dueño del restaurante y personal de las embarcaciones cercanas, con el objetivo de identificar a los jóvenes que se concentraron.

A su juicio, "la movilización era social como tantas que no representaba especial peligro". "No veíamos que fuera como para proceder a la detención", ha señalado, a la vez que ha añadido que "lo único" que hizo la Policía Nacional "fue una exposición de hechos", que se llevó al juzgado "por si veía indicios de algún hecho delictivo".

Para proceder a la identificación de los participantes, la Policía confeccionó dos álbumes con fotografías de personas que figuraban en el registro por haber sido detenidos en ocasiones anteriores y "gente del mismo entorno". Estas fotografías se mostraron a los diferentes testigos que identificaron a los acusados. Por otra parte, según ha dicho, dos portavoces de la organización fueron reconocidos porque ofrecieron una entrevista en un medio de comunicación. En este punto, el agente ha remarcado que la Policía "investiga hechos" y no dispone de un listado de miembros de la organización Arran, "solo de los detenidos porque están en la base". "Hemos detenido a bastantes de sus miembros en los últimos años, para nosotros han cometido bastantes delitos", ha añadido.

Por su parte, el agente que actuó como secretario en la confección del atestado policial también ha detallado que para identificar a los participantes se confeccionaron dos álbumes, en los que había personas que habían sido identificadas previamente en una casa okupa. En la misma línea que el otro agente, ha explicado que dos de los acusados fueron reconocidos porque "reivindicaron" esta acción en una entrevista en un medio de comunicación. Respecto a la actuación de la Policía Portuaria de Baleares, uno de los efectivos del cuerpo ha apuntado que acudió al lugar con otro compañero tras recibir una llamada del cuartel de la Guardia Civil. El agente ha remarcado que no percibió peligro en el lugar y "no había desperfectos", ni confeti o restos de botes de humo y bengalas. En este punto, ha señalado que "la gente estaba nerviosa", aunque ha resaltado que si él "hubiera visto males cuantificables", se habría puesto una denuncia.

LOS CLIENTES DEL RESTAURANTE SE SINTIERON "MOLESTOS"

También han declarado empleados del restaurante en el que tuvo lugar la protesta. Una de las camareras ha recordado que lo que más le impactó fue el humo de color violeta porque "fue lo que afectó al local y a la clientela". "Tampoco es que se tuvieran que ir al hospital, pero se sintieron molestos y nosotros como trabajadores también", ha señalado, destacando que "hubo un poco de incertidumbre y de susto", pero "no pánico". De acuerdo con esta empleada del local, la situación duró "unos cinco o 10 minutos", dado que "en seguida se dispersaron" los manifestantes. "En seguida salvamos la situación y seguimos con el trabajo igual", ha concluido.

Otro de los camareros ha destacado que los manifestantes "entraron como si estuvieran en su casa, con humo, chillando, molestando y tirando confeti". Ha detallado que aquella manifestación "pilló desprevenidos" a los empleados del local y que "los clientes estaban asustados porque no sabían qué estaban pasando". En este sentido, ha explicado que él no sintió miedo, pero sí "preocupación por el bienestar de la gente" que se encontraba en el restaurante.

Por su parte, el dueño del establecimiento ha recordado que la mayoría de los participantes iban con antifaz y tiraban humo "para molestar". "Los clientes estaban sorprendidos, gritando y preguntándose 'qué pasa aquí'. Estaban muy asustados y mi equipo de trabajo también", ha asegurado.

"No nos podíamos creer que eso estuviera pasando eso en Palma", ha indicado el dueño del local, quien ha considerado que la imagen de su restaurante se vio "perjudicada" por aquel suceso.

Otro de los testimonios ha sido el de un hombre que trabajaba como patrón en una de las embarcaciones del puerto, quien ha asegurado que no pudo reconocer a ninguna de las personas que había manifestándose. Sobre aquella protesta, ha recordado que, tras amarrar la embarcación, vio "humo y jaleo", por lo que sus clientes tuvieron que esperar para bajar del barco. A las preguntas del fiscal sobre si los botes de humo y las bengalas podían suponer un peligro para las embarcaciones, ha apuntado que sí que existe la posibilidad de que este tipo de objetos provoquen fuego, aunque a su juicio aquello "estaba controlado".

Otro patrón de una embarcación presente aquel día ha asegurado que reconoció a cuatro personas que participaron en la protesta de Arran, resaltando que no tuvo dudas cuando vio las fotografías que le mostró la Policía. Con todo, ha admitido que en la actualidad no recuerda las caras de dichas personas porque "han pasado cinco años". Sobre lo que ocurrió en 2017, ha relatado que sus clientes se quedaron "flipando" con lo que estaba pasando. "Se empezaron a ver bengalas, con mucho humo, y empezaron a tirarlas hacia donde estábamos nosotros", ha indicado, añadiendo que "un bote de humo no podría producir un incendio, pero una chispa de una bengala sí".

UN TESTIGO UBICA A UNO DE LOS ACUSADOS EN ARTÀ

Finalmente, uno de los testigos de la defensa, que ha declarado este martes en el juicio, ha asegurado que uno de los acusados estuvo con él en Artà y en la Colònia de Sant Pere durante el tiempo que duró la protesta en el Puerto de Palma.

Este testimonio va en la línea de lo que expresó uno de los acusados en la primera jornada del juicio. Este encausado negó este lunes haber participado en la manifestación de Arran y mostró como prueba unos mensajes en una red social que le ubican en estos dos municipios.

El juicio continuará este miércoles a las 10.45 horas en la Sección Segunda de la Audiencia de Palma.