Cuatro años después de que su nombre apareciese en el foco de las investigaciones del caso Nóos, la Infanta Cristina ha comparecido este jueves ante el tribunal encargado de juzgar la causa para desvincularse de las presuntas irregularidades cometidas a través de Aizoon, la empresa de la que es copropietaria al 50 por ciento junto a su marido, Iñaki Urdangarin, y mostrarse "absolutamente convencida" de la inocencia de éste.
La exduquesa salió a la luz en este procedimiento judicial prácticamente desde el momento en que, a finales de 2011, la Fiscalía Anticorrupción apuntase a Aizoon como una de las empresas 'pantalla' que integraban el entramado societario urdido por Urdangarin y su exsocio Diego Torres para desviar los más de seis millones de euros obtenidos por el Instituto Nóos de las Administraciones públicas.
La Infanta, que ha comenzado a declarar como acusada a las 18.15 horas y ha concluido alrededor de una hora más tarde, únicamente ha respondido a las preguntas de su letrado, Pablo Molins, negándose de esta manera a hacerlo a las de la abogada de Manos Limpias, Virginia López Negrete, y a las del resto de partes personadas.
Precisamente, el sindicato es la única acusación que dirige acciones penales contra la hermana del Rey Felipe VI, a quien considera cooperadora necesaria de los dos delitos fiscales que habría cometido su marido en 2007 y 2008 a través de la mercantil. Manos Limpias sostiene que, con su actuación, la Infanta permitió que Aizoon "sirviera de instrumento" para que el exduque defraudase hasta un total de 337.138 euros en las cuotas del IRPF de ambos ejercicios.
Durante su declaración, la acusada ha hecho hincapié en que no tiene ningún conocimiento fiscal o contable y ha explicado que era su marido quien se "encargaba de las gestiones económicas de la familia" y el que, además, adoptaba las decisiones en Aizoon bajo la tutela de su asesor fiscal.
De hecho, ha subrayado, mediante respuestas escuetas y tajantes, que "no tenía firma ni poderes" en la empresa como tampoco podía acceder al saldo de las cuentas de la sociedad. En esta línea, ha explicado que si firmó el contrato de arrendamiento del despacho de la sociedad se debió a una "equivocación".