Disminuye drásticamente la calidad de las aguas de baño de Ibiza pese a la crisis del coronavirus
Durante 2020 en el 25,5% del los muestreos puntuales de Ibiza se registró al menos un evento de contaminación fecal, el doble que en 2019
La Comisión Económica y Social de las Naciones ha sugerido recientemente que el parón de actividad temporal, así como la reducción de movimientos de los seres humanos y de las demandas de recursos debido a la pandemia de la COVID-19 puede proporcionar a los entornos marinos el respiro que tanto necesitaban para empezar a recuperarse. No obstante, los datos recogidos en Ibiza durante 2020 no cumplen con esta predicción. Así lo pone de manifiesto la información recogida por el Observatorio de Sostenibilidad de IbizaPreservation recopilada en el Informe de Sostenibilidad de Ibiza 2020, actualmente en fase de elaboración.
Comparando los datos de la clasificación del Govern, 2010, 2015 y 2020 se aprecia una disminución gradual de la calidad de las aguas de baño en Ibiza. Así, si en el año 2010 la totalidad de las aguas analizadas en 40 puntos de la costa pitiusa fue clasificada con la categoría de “excelente”. Pero esta calidad ha ido menguando a lo largo de la década: en 2015, fueron 38 puntos de muestreo que presentaron aguas “excelentes”, un 95% del total, mientras que en 3 espacios las aguas fueron clasificadas como “buenas”. Un lustro después, en 2020, la cifra bajó al 65%; es decir que solo en 26 de los 40 puntos de muestreo las aguas se calificaron como “excelentes” (15 menos que en 2010). Además, 12 puntos de muestreo ofrecieron aguas “buenas”, (4 más que en 2015) y 3 mostraron aguas de calidad “suficiente”. Es decir, el deterioro en la calidad de las aguas de baño ha sido continuo en la última década y representa una caída de 35%.
Sant Antoni de Pormany, el municipio con mayor pérdida de calidad
En lo que se refiere a la evolución cualitativa de las aguas a nivel municipal, esta no se presenta de manera homogénea. La calidad ha disminuido en 3 de los puntos de muestreo del municipio de Eivissa: en la playa de Talamanca y en Figueretas; en esta primera, uno de los puntos se consideró agua con calidad “suficiente”. Pero Sant Antoni fue el municipio con mayores pérdidas cualitativas, registradas en 4 localizaciones. De estas, 2 se encuentran en la zona de la bahía, mostrando calidad “suficiente”, otra en Cala Gració y la otra en Caló des Moro.
Mientras tanto, en Santa Eulalia en 2 zonas de baño la calidad ofrecida fue “buena” en lugar de “excelente”: Platja des Riu y Cala Pada. Por su parte, en las zonas muestreadas del municipio de Sant Joan la calidad de las aguas ha disminuido en 3 puntos de muestreo: en el Port de Sant Miquel, Portinatx y s’Arenal Gros mostrando calidad “buena”. Por último, en Sant Josep, se encuentran 3 zonas catalogadas como “buena” y no “excelente”: Platja des Pinet, Badia de Sant Antoni y Cala Vedella.
Merece la pena señalar que esta clasificación por categorías que hace el Govern Balear se hace de manera anual por lo que la contaminación puntual por fecales en las aguas no se ve reflejada en esta clasificación. Por este motivo, desde el Observatorio de Sostenibilidad de IbizaPreservation, su coordinadora técnica, Inma Saranova, indica que para analizar la calidad de las aguas de manera precisa, es preferible atenerse a los muestreos individuales realizados en las playas durante 2020.
En este sentido, el año pasado se tomaron muestras en 43 puntos de baño diferentes en las Pitiusas y, de estos, 12 han ofrecido valores de superiores a los permitidos legalmente debido a contaminación puntual por bacterias fecales: En Sant Antoni de Portmany junto a la escollera y en el centro de la playa; en Santa Eulària des Riu en Cala Llenya y en Platja des Riu; en Sant Joan de Labritja en s'Arenal Gros y en Portinatx; y en Sant Josep de Sa Talaia en es Caló d'en Serralt, Cala d'Hort, Platja d'en Bossa, Platja des Pinety en es Port des Torrent. En estos casos, en estas zonas de baño se ha recomendado no bañarse en una o más ocasiones a lo largo del periodo estival de 2020. “En mayoría de estas playas se ha hecho de manera puntual mientras que en la Platja des Pinet se dio en dos ocasiones en el verano pasado”, puntualiza Saranova.
La calidad de las aguas de baño en Ibiza ha disminuido paulatinamente en la última década
“Es llamativo que en un año en el que hubo un parón sin igual del turismo, y por tanto de la presión humana y de la actividad económica, la calidad de las aguas haya sufrido un descenso tan significativo”, reconoce la coordinadora del Observatorio, quien señala que, si bien en los lugares donde los eventos de contaminación fecal son recurrentes probablemente la insuficiencia de las infraestructuras actuales pueda influir “ya que muchas de estas situaciones se dan después de eventos de lluvias”. Según Saranova, “el parón de la pandemia ha servido para dejar de responsabilizar en exclusiva a la Presión Humana del deterioro de los mares de Ibiza y comenzar a profundizar en las causas reales de esta situación”.
Por todo ello, desde el Observatorio de Sostenibilidad de IbizaPreservation urgen a las Administraciones a estudiar e identificar de forma rigurosa y científica, cuáles son las causas de la disminución de la calidad de aguas de baño en la isla de Ibiza, para actuar con premura e imponer soluciones adecuadas.