Según ha informado el Consell de Ibiza, las obras consistían en un cierre perimetral hecho con un muro de hormigón de 20 centímetros de amplitud y una longitud total de 44,30 metros.
La estructura de la vivienda, aún inacabada, se había levantado sobre una plataforma de hormigón. Dicha infraestructura ocupaba una superficie de 145 m2 divididos en 90 m2 de vivienda y 55 m2 de porche.
Los técnicos del Consell habían estimado que la construcción estaba en un 30 por ciento de su estado global de ejecución.
Los hechos fueron denunciados en marzo de 2021 y en pocos días se dictaminó la suspensión cautelar de las obras puesto que incluso la propiedad manifestó no tener la preceptiva licencia. El expediente ha sido ahora resuelto con la obligatoriedad de tener que restablecer la finca y con una propuesta de sanción de 131.590 euros.
De hecho, la propiedad ya ha derribado la casa y ahora deberá restaurar la zona a su estado natural.
El conseller de Gestión del Territorio, Mariano Juan, ha recordado que en esta legislatura se han dictaminado ya cuatro derribos y posteriores restituciones de suelo, lo que demuestra la "voluntad de este equipo de gobierno de apostar por la disciplina urbanística, sobre todo en suelo protegido en Ibiza".
El expediente ha sido trasladado al Seprona de la Guardia Civil por si considera que debe abrir investigación por un posible delito contra la ordenación del territorio.