Madrid |
Belén Alvite, directora del Centro de Estudios y Prevención de conductas adictivas (CEPCA) del Consell d’Eivissa ha analizado en Onda Cero lo que ha podido a llevar a un adolescente de la Sociedad Deportiva Formentera a grabar con su teléfono móvil a otro mientras hacía sus necesidades y compartirlo a través de Whatsapp y las consecuencias que eso puede acabar generando en la víctima.
Desgraciadamente, según Alvite esto no es un hecho puntual en Ibiza. “Desgraciadamente la Policía Nacional y la Guardia Civil están acostumbrados a recibir todo tipo de denuncias de este tipo, incluyendo casos como la aplicación de inteligencia artificial para cambiar imágenes, y es que son mucho más habituales de lo que la gente piensa porque no todos los casos llegan a los medios de comunicación”.
La directora del CEPCA ha asegurado que esta acción “impacta mucho a las familias de unos y de otros porque parece que estamos en la obligación de educar y guiar a nuestros hijos en un sistema de protección, demostrando también que algo falla en nuestra sociedad” y se ha mostrado convencida de que las consecuencias para la presunta víctima perdurarán en el tiempo “porque la adolescencia es una edad compleja y tal vez el peor momento en la vida de un ser humando para que vivas un hecho como este”.
Tal es así que Alvite cree que “estamos ante un caso de acoso real desde el momento en el que la persona que lo sufre ve como se multiplica el daño que le supone las miles de miradas que él mismo ve en su cabeza” y ha considerado que “al presunto autor tiene un grave problema de empatía sin que sepamos que hay detrás de su comportamiento o si arrastra cierto sufrimiento personal o situaciones complejas”.
Además, aunque se ha mostrado prudente a la hora de valorar las posibles causas que han llevado al adolescente a realizar la grabación, también ha explicado la importancia que pueden llegar a tener las redes sociales. “En la adolescencia siempre se han transgredido ciertas normas y cada generación lo ha hecho de alguna manera, pero ahora todo eso está cambiando con un mundo online que se ha convertido en un espacio más de socialización sin que a veces reparemos en las consecuencias que puede llegar a tener”.
En este sentido, la directora del CEPCA también ha puesto en valor que se hace por parte de la Policía Local, la Policía Nacional, la Guardia Civil o el Consell para informar en centros educativos. “Me cuesta mucho pensar que el chico un supiera que podría incurrir en un delito porque trabajamos mucho de manera preventiva para explicarles que también es muy fácil que te puedan pillar y que una vez que has colgado algo en las redes todo escapa de tu control multiplicando su efecto de manera incontrolable”.
Por último, Alvite se ha mostrado partidaria de que aunque la situación es muy dura “siempre se puede extraer un aprendizaje importante para la vida de la víctima y del acosador si el problema se ataja a tiempo”.