Un triunfo para la historia
El Alimerka Oviedo Baloncesto derrota a un histórico como el Movistar Estudiantes y se da un respiro en la clasificación
Así, tras el paso de 24 jornadas y con los resultados de esta última, el conjunto de Guillermo Arenas logra un colchón de dos triunfos con los equipos que ocupan puestos de descenso y se aferra a la LEB Oro con todo lo que tiene: sus jugadores en la pista y su público que hoy, por fin, disfrutó de un equipo que sabe a lo que quiere jugar, que le sale durante los 40 minutos y que ha dado un paso adelante en actitud competidora y capacidad resolutiva.
La victoria es de campanillas. De esas para guardar en el calendario. Por el rival, un histórico del baloncesto español, y por la urgencia de poner tierra de por medio con el descenso. Pero que nadie se olvide que este equipo viene de ganar a Juaristi ISB hace unas semanas en el mismo escenario. Posiblemente aquel fuera el partido más importante de la historia reciente del club. Sin el sufrimiento de aquel día hoy no se hubiera podido disfrutar. Confiemos en el proceso.
Ese que hace que Oliver Arteaga haya metido los siete primeros puntos del choque de una tacada para corresponder a los mismos que el ex OCB Jorgensen correspondía en cada acierto. Iban cuatro minutos del acto de apertura y el partido se jugaba en las pizarras. Como así fue hasta el final donde, en un desenlace de infarto en el que Estudiantes se aferró al encuentro con triples imposibles de Leimanis y canastas de mérito de Huges pero en el que el ansia defensiva de los locales les llevó a la victoria.
Leyó bien el equipo local la defensa de cambios del rival para castigar con sus interiores durante todo el partido. El citado Arteaga que se fue a 34 de valoración y 40 años para aniquilar a Larsen (una estatua ‘full size’ sufragada por El Fortín se le quedaría pequeña). Los Martí y Brown sujetaron al equipo cuando el rebote era la principal arma de los de la calle Serrano y Domenech emergió en el tercer cuarto con cinco puntos fundamentales para llegar al tramo final siete arriba.
Sí, porque el Alimerka OCB hizo un ejercicio insospechado en la temporada, ganar tres cuartos seguidos. Y lo logró atrás con un fundamental Chuso en defensa y adelante, apoyado en los ramalazos de Crouch que cuando ve el aro es un jugador de nivel.
Con el partido para ir a por él, y solo siete de ventaja al inicio del periodo decisivo, el OCB apretó los dientes. Sufrió en defensa porque lo que tenía enfrente no es moco de pavo y siguió elaborando con paciencia para sus interiores. Con ventajas de nueve, siete, cinco, cuatro… puntos Pumarín empujaba pero Estudiantes se las apañó para empatar a 66 a falta de un minuto y medio.
En tres últimas posesiones de infarto, sin embargo, el OCB supo jugar. No se puso nervioso y la moneda que aquel día ante HLA Alicante salió cruz esta vez volteó de cara cuando el último lanzamiento de Estudiantes fue escupido por el aro.