DEPORTES / REAL OVIEDO

Leganés, caladero de fichajes

La necesidad de aligerar la plantilla de los madrileños para reforzarse abre la puerta a varios objetivos codiciados en Segunda División

Chisco García

Oviedo | 14.01.2022 09:09

Sabin Merino, el día de su presentción con el Leganés | CD LEGANÉS

La búsqueda de refuerzos invernales está encima de la mesa de todos los equipos que buscan en este mercado los retoques que les permitan pelear por sus objetivos al final del campeonato. Muchos deben aligerar sus nóminas antes de buscar refuerzos y en este caso se encuentra el Leganés, con overbooking de futbolistas a los que buscan salida y que se han convertido en piezas codiciadas.

El Real Oviedo no es ajena a ninguna de las dos situaciones y por eso afina los perfiles que desea incorporar y mira de reojo hacia Butarque en busca de esos futbolistas.

Rubén Reyes y José Ángel Ziganda parecen tener muy claras sus prioridades en esta ventana de fichajes y éstas han podido cambiar con el paso de los días.

Han sido varias las ocasiones en las que el técnico navarro apuntó al centro del campo como una prioridad para reforzar. En sus mensajes siempre estaba latente la idea de jugar con el 4-3-3 que trabajó en la pretemporada. Las lesiones de Luismi y Javi Mier dejaron sin margen al preparador azul, pero de la necesidad nació la virtud.

El equipo parece sentirse muy cómodo en el 4-4-2 y por eso las urgencias del centro del campo han ido decreciendo con el paso de las jornadas. Además, los dos jugadores ausentes encaran la recta final de sus problemas físicos y el filial ha demostrado que cuenta con efectivos suficientes para cubrir contingencias. Yayo y Mangel han debutado en Copa y Liga y junto a ellos otros jugadores como Joselu o Álex Cardero ofrecen alternativas para momentos puntuales y a Ziganda no le tiembla el pulso a la hora de dar alternativas.

Con este nuevo panorama, las prioridades serían la llegada de un central y un delantero. Lo del zaguero se explica con la salida de Arribas y el punta con la idea de utilizar el sistema con dos atacantes.

Cuadrar las cuentas es el otro gran hándicap. Rubén Reyes no parece dispuesto a invertir todo el margen que proporciona el acuerdo con CVC. Sólo habrá esfuerzo en el delantero ya que para el centro de la zaga la confianza en la pareja Costas-Calvo es absoluta y, salvo lesión de alguno de ellos, seguirán jugando, así que el perfil del refuerzo ha de encajar en unos parámetros económicos bajos.

Otra historia es el delantero. Todos los equipos buscan gol y eso es caro. Un nombre destaca por encima del resto en este mercado de invierno: Sabin Merino. El vizcaíno apenas cuenta para Medi Nafti y está buscando su salida del Leganés.

Su prioridad es encontrar un destino que le garantice estabilidad y por eso pretende firmar un contrato por lo que resta de esta temporada y las dos próximas. El Oviedo, con el aval de Ziganda que lo entrenó en el Bilbao Athletic, está dispuesto a hacer la apuesta y sólo falta limar las diferencias económicas que puedan existir y que, ni mucho menos son insalvables. La operación sigue madurando y podría cerrarse en cualquier momento.

Puede no ser el único que llegue desde Butarque. El conjunto madrileño podría contemplar la cesión de Rodri Tarín, al que aún le resta un año más de contrato, para que busque los minutos que no tiene en estos momentos. Es un perfil de central que gusta en la dirección deportiva azul, pero los ofrecimientos son muy numerosos.

Si al final se deciden a reforzar también la parcela central, otro ‘pepinero’ encaja en los planes. Javier Eraso termina contrato en junio de este año y tampoco entra los planes deportivos del Leganés, que no pondría muchos impedimentos a su salida.

Otro nombre vinculado al Oviedo desde el pasado verano es el del uruguayo Sebas Cristóforo, pero su fichajes parece descartado ya que de ser real el interés podría haber llegado hace mucho tiempo ya que se trata de un agente libre y el Oviedo tenía fichas y margen salarial para hacerse con sus servicios. Además, el hecho de llevar seis meses entrenándose en solitario levanta reticencias en la dirección deportiva y también en el cuerpo técnico.

A falta de más de dos semanas para el cierre del mercado las urgencias no han llegado al Oviedo que ha demostrado capacidad competitiva con su bloque actual y no perderá la cabeza por ningún futbolista.

La hoja de ruta de Rubén Reyes sigue sin moverse. El director deportivo azul pensó en poner los cimientos de un equipo ambiciosos en este primer curso, sabiendo que tenía contratos muy elevados comprometidos y que eso le restaba margen de maniobra. El próximo 30 de junio su capacidad será mucho mayor y con una base sólida de este curso podría buscar el salto de calidad que permita a los azules pelear con los favoritos al ascenso.