El fin de la mascarilla obligatoria en centros de trabajo está generando incertidumbre a la espera de la guía que precise su uso. Es la impresión que traslada Gerardo Cuerva, presidente de la confederación de pequeña y mediana empresa Cepyme. "Los empresarios están preocupados porque se deja la responsabilidad de cada empresa la toma de la decisión acertada". El responsable de la federación de pymes considera que "esta discrecionalidad puede generar un problema de incertidumbre".
Respecto a los problemas para encontrar mano de obra para ciertos puestos de trabajo, Cuerva rechaza que se resuelve incrementando los salarios para hacer atractivo el empleo. Más bien, opina, hace falta mejor formación. Alega que de los 3.100.000 parados registrados en España, la mitad carecen de titulación de FP o Secundaria. Además, hay escasa movilidad geográfica y el envejecimiento de la masa laboral es palpable en la medida en que el 60% de los trabajadores tiene más de 40 años, aduce Cuerva.
En cuanto al posible pacto de rentas, el responsable de Cepyme rechaza vincular subidas de sueldos con cláusulas de revisión salarial porque se corre el riesgo de elevar todavía más la inflación, problema que también afecta a las empresas.
Cuerva participaba en un encuentro organizado por Fade junto a responsables de las federaciones empresariales de León, Castilla y León y Galicia. A la presidenta de la federación asturiana le preguntábamos por la suavización de los requisitos para ser considerada industria electrointensiva y acceder a ayudar. Si la tarta es la misma para más comensales va a ser un problema para el corazón industrial de Asturias, advierte María Calvo, dado que son industrias con mayor consumo energético de lo habitual.
Envejecimiento, transportes o comunicaciones digitales son algunos de los retos para el noroeste español, según los empresarios de este territorio.