El Ayuntamiento de Llanes finaliza el proyecto integral para acabar con la inseguridad en la entrada del colegio Valdellera de Posada
Se trata de un problema que llevaba años "sin resolverse", destacan desde el equipo de gobierno.
El Ayuntamiento de Llanes dotará al colegio público Valdellera de Posada de una acera más amplia, renovará el alumbrado público en esta zona, colocará dos reductores de velocidad y reforzará las señales verticales y horizontales.
Todo ello está incluido en el paquete de medidas diseñadas desde el consistorio llanisco con el propósito de mejorar y aumentar la seguridad de toda la comunidad escolar en el entorno del centro docente, y poner así punto y final a una problema que lleva más de treinta años sin ser resuelto.
Mientras tanto, la próxima semana comenzarán a funcionar los semáforos móviles. Son dos y de su operatividad diaria se ocuparán los miembros del grupo de Protección Civil. Se pondrán próximos al colegio en las horas de entrada y salida, y en momentos de actividad extraordinaria, y se retirarán cuando cese el movimiento escolar.
El proyecto para construir la citada acera de seguridad delante del colegio público Valdellera ya se ha redactado. Las obras se van a ejecutar en cuanto finalicen las clases.
La actuación prevé el derribo del actual muro para ganar 3 metros y crear una acera de 4 metros en un tramo de 100 metros de longitud. Habrá un segundo tramo de unos 60 metros donde la acera tendrá una anchura de unos 2 metros.
El presupuesto aproximado ronda los 100.000 euros.
Mejora en el alumbrado
Para complementar estas medidas, como se ha dicho, se cambiará el alumbrado público de esta zona, se colocarán dos reductores de velocidad para que los vehículos se vean obligados a respetar los límites de velocidad y se reforzarán las señales horizontales y verticales.
También se trabaja en la creación de un nuevo aparcamiento para evitar acumulaciones de coches junto al colegio.
De esta forma, el Ayuntamiento de Llanes incrementa las medidas para procurar una mayor seguridad en los movimientos diarios en el centro escolar de Posada, aumentando las precauciones para tranquilidad de niños, padres, profesores y resto de la comunidad escolar. Con esa actuación integral se da respuesta a un importante problema de seguridad cuya resolución ha sido demandada durante décadas por los vecinos.