La Guardia Civil destruyó 761 armas en Asturias durante el año 2020, de ellas 110 eran armas cortas, 400 armas largas y 251 armas reglamentadas (armas blancas, armas detonadoras, fusiles de pesca submarina, arcos, armas de avancarga y/o defensas eléctricas).
A nivel nacional se destruyeron el año pasado 60.083 armas, entre las cuales más de 49.100 eran de fuego. Estas actuaciones se enmarcan dentro de la normativa vigente en España y se suma al Programa de Acción de Naciones Unidas sobre el comercio ilícito de armas pequeñas y ligeras, que tuvo su origen en la Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre el Comercio Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras celebrada en Julio de 2001.
En la citada Conferencia, quedaba patente, entre otras cuestiones "la preocupación por la fabricación, transferencia y circulación ilícitas de armas pequeñas y ligeras y por su acumulación excesiva y proliferación incontrolada en muchas regiones del mundo, lo cual tiene consecuencias humanitarias y socioeconómicas de muy diversa índole y supone una grave amenaza para la paz, la reconciliación, la seguridad, la estabilidad y el desarrollo sostenible en los planos individual, local, nacional, regional e internacional".