La familia se siente ya gijonesa y no tiene ninguna intención de irse. Aunque Mercedes ya conocía Gijón porque los abuelos de los niños son de aquí, vivir en el concejo es mucho mejor de lo que había imaginado. La gente es más cercana, hay menos prisas, los atascos no son un problema y la vida es más barata. Recomendaría venir a vivir aquí a todo el mundo. Quienes les visitan se dan cuenta de que la decisión no ha sido una locura.