Afiliado al PP desde la Universidad, ha ocupado diferentes cargos en la política, pero siempre en la segunda línea. Ahora que es un concejal de equipo de gobierno está en la diana de muchos, pero lo lleva bien. Afirma ser una persona con muchos debates internos, perfeccionista y que le gusta saber lo que ha hecho mal o puede mejorar para aprender. Y el área en el que está, medio ambiente y sostenibilidad, es un gran reto.
Abogado de carrera, especializado en derecho civil y administrativo, dudó en qué estudiar. Aunque siempre ligado con las letras. Es un gran lector, incluso ahora que tiene poco tiempo siempre saca un momento para leer unas páginas de su libro (aunque también lee muchos informes y documentos laborales). Y sigue sin consola de videojuegos.
No se plantea el futuro, aunque parte de la base de que la política es una ocupación temporal. Ve un poco incoherente que se critique la dedicación y profesionalización de la política mientras se exige a los políticos saber de todo y estar en todo. Pensar que son "vividores". Al final, entiende Rodrigo, se conoce poco de lo que es este mundo y el tiempo que demanda. Ttampoco quienes ejercen responsabilidades públicas están ayudando mucho. Le gustaría que se huyera del "y tú más" y que le vaya mal al otro para que me vaya bien a mi.
De todo lo que tiene que hacer, reconoce que lo que más respeto y más fuera de su elemento se ve es oficiando bodas. Es un momento muy importante para los contrayentes y se pone muy nervioso.
Rodrigo estudió en el CODEMA y cumple el cliché. Fue delegado en clase. Su despertar político coincidió con los gobiernos de Aznar, cuando un joven de derechas no estaba tan mal visto. No viene de una familia política, y algunos amigos de sus padres, conocidos artesanos del barrio de La Arena, trataron de tentarle para empezar en el Psoe.