Alba González es una de las promotoras de este Manifiesto educadoras infantiles que ya han firmado 273 de toda Asturias. Piden "hacer las cosas bien", "sin prisas" y atendiendo realmente lo que necesita una etapa educativa más. Reclaman ser escuchadas en una mesa de negociación porque son ellas las que trabajan día a día con los niños y niñas.
Proponen crear una categoría de técnico superior de educación infantil, respetar los derechos de toda la plantilla, no tocar la pareja educativa (dos educadoras por aula), homogeneizar las condiciones de todas las educadoras (actualmente son diferentes en función del Ayuntamiento para el que se trabaja) y que todas las profesionales sean tratadas igual.
González lamenta que nadie se haya puesta en contacto con ellas, convirtiendo una buena noticia en un temor a que sea un proyecto electoralista. Las familias, añaden, se beneficiarán de la gratuidad, de la llegada de la educación infantil a la zona rural o de la reducción de las listas de espera, pero siempre que haya personal suficiente y se hagan las cosas bien.
Las educadoras lanzan además una advertencia. Durante un tiempo pueden convivir plazas de titularidad autonómica con plazas de titularidad municipal. De no hacerse bien, puede ser "un caos organizativo".