Trabajando como socorrista en el pueblo al que iba "a secar" demostró a sus compañeros que no se trataba tanto de quejarse sino de actuar. Pidió permiso a José Luis Rodríguez Zapatero para presentar una lista electoral que él mismo encabezó acompañado del jardinero, el de mantenimiento y la taquillera. La labor de sus primeros años en la oposición le permitió ejercer después de alcalde.
Lleva más de tres décadas en política, pero se ve con cuerda para rato y no piensa en la retirada porque cree en el poder transformador de la política y "queda mucho por hacer". Sin embargo reconoce cansancio por las cuitas internas en el Psoe.
El deporte le gusta tanto como la política. Hizo magisterio por la rama de educación física, aunque nunca llegó a ejercer. Los años se notan y van limitándole en algunas cosas, aunque sigue "dando guerra" en muchos. Tiene dos Iron Man a sus espaldas, y aunque ya no está para esas machadas, el deporte forma parte de su vida. Quizás por eso es un defensor del chandal.
Tuero sigue viviendo cerca de su casa de siempre (condición para pasar por el altar). Tiene más tiempo al estar en la oposición, algo que, reconoce, hace echar de menos el poder.