Su especialidad no es muy conocida y se relaciona demasiado con la palabra dieta, algo que no les gusta demasiado porque se atribuye a prohibiciones. Lo importante, nos cuenta la doctora, es cambiar hábitos y poder mantenerlo en el tiempo. No es algo rápido, pero a la larga también más beneficioso. El ejercicio físico, dormir más, abusar menos de la comida rápida o cenar antes también ayuda. El ayuno intermitente puede ser una opción, pero no para todos los casos o para todo el mundo.
La doctora Valdés recuerda que nuestros padres comían más pero se movían más. Vamos a peor, en definitiva.