Construido en la segunda mitad del siglo XIX, la primera duda suele ser si se trata de un edificio (el más conocida hace esquina con Capua) o una zona. Héctor nos explica que estamos hablando de una manzana entera. Y una peculiar. Porque hace 125 años en un mismo espacio como el que hablamos convivían todas las clases sociales.
En el martillo de capua llama además la atención que el edificio más singular y puede que más conocido, el palacio de los Alvargonzález, fue encargado por una mujer. En concreto Annie Treacher Hodgkins, una inglesa casada con el en aquellos años alcalde Alejandro Alvargonzález. Se edificó en 1888.
Urbanísticamente hablando se trata de una zona un tanto diferente, porque las fachadas conservan cierta uniformidad, a diferencia de lo que vemos en el resto del paseo de la playa. Y eso que este frente marítimo estuvo a punto de pasar a la historia. Durante cuatro décadas estuvo bajo la amenaza de derribo. Se salvó en parte por la Guerra Civil. Ya en la década de los 80 se desestimó definitivamente.
Respecto al nombre, martillo de capua, no hay una explicación oficial. Héctor Blanco nos cuenta que de todas las que ha investigado, se queda con la, a priori, más sencilla. La manzana, vista sobre plano, tiene forma de martillo de carpintero. Lo habitual en Gijón en esta zona es encontrar manzanas cuadradas, y esta se sale de esa tónica.