Darian asegura que hay mucho trabajo y esfuerzo detrás de Kurios, en donde, como es habitual en Cirque, todo está pensado al milímetro. No paran de suceder cosas desde que nos acercamos a la carpa con capacidad para 2.500 espectadores porque la bienvenida en si misma ya es espectacular.
Kurios se adentra en el laboratorio mecánico de un Científico convencido de que existe un mundo oculto e invisible, un lugar donde aguardan las ideas más locas y los sueños más grandiosos. Una vez que el Científico consigue abrir la puerta a este mundo de maravillas, el tiempo se detiene por completo y un elenco de personajes de otro mundo invade su gabinete de curiosidades, dando vida a sus creaciones improvisadas una a una. A medida que lo visible se vuelve invisible y las perspectivas se transforman, KURIOS estalla en una celebración del poder de la imaginación.
Y uno de los secretos de este espectáculo y del circo, reconoce Darian, es la energía que transmiten unos artistas que están donde quieren estar. Porque el Circo del Sol es un sueño para artistas como este cubano, que supo que se esforzaría al máximo por estar ahí desde que vio Alegría con 5 años. Desde que lo consiguió en 2019 ha comprobado cómo es la gran familia del circo, digna de escribir un libro de cada uno de sus miembros. Darian está casado con otra integrante del circo, y crían ahí a su hija, un ejemplo de que este circo es mucho más que el espectáculo.
La ciudad asturiana ha sido elegida para acoger el estreno nacional de este espectáculo, que visitará Sevilla y Bilbao en 2026. Kurios ya ha sido visto por más de 6 millones de espectadores en todo el mundo a lo largo de las 3.000 funciones que ya se han realizado desde su estreno en 2014. Hasta el 17 de agosto habrá entre 6 y 10 funciones a la semana.