Eterna Maricuela
Ángeles Flórez Peón "Maricuela" ha fallecido a los 105 años. Todo un referente en el socialismo, era la última miliciana socialista asturiana que seguía viva.
Maricuela, viuda de Graciano Rozada Vallina y madre de dos hijos, María Ángeles y José Antonio Rozada, ha fallecido en el Hospital de Cabueñes. Será incinerada mañana y habrá un acto de despedida a las 16h en el Tanatorio de Cabueñes.
Con Pedro Alberto Marcos recordamos su legado. Fue una de las personas más cercanas a ella desde hace años, y nos cuenta que Maricuela ya estaba cansada. No podía bailar, decía. Mujer vital, su regreso a Asturias le supuso un renacimiento. Siempre luchó por los valores en los que creía, pero con honestidad y pidiendo respeto. Nunca con odio. Nunca con rencor. El legado que deja seguirá vivo porque fue una figura que trascendió las ideas políticas y tuvo un valor social enorme.
Los mensajes de condolencias han sido numerosos.
Su historia es la historia de una época. De familia humilde y padres separados, comenzó a trabajar siendo una niña. Cuando se proclamó la República tenía 12 años y su vida no cambió especialmente “tuve que seguir trabajando para poder comer”. No notó cambios hasta que su hermano la sacó de servir para que aprendiera a coser con una modista de Sotrondio. Su hermano mayor, Antonio, fue uno de los 24 “mártires de Carbayín” asesinados en dicha localidad durante la represión por la revolución de octubre de 1934. Su muerte a los 16 años, la marcó de por vida y la guió para afiliarse a las Juventudes Socialistas de Carbayín en marzo de 1936.
Antes de que estallara la Guerra Civil interpretaba, en la obra ¡Arriba los pobres del mundo!, el papel de Maricuela, de ahí el apodo con la que se le conocería hasta la actualidad. Tras el golpe de Estado no dudó en presentarse voluntaria. Fue miliciana en Colloto, donde prestaba servicio en la cocina en el frente de Oviedo y enfermera en un hospital de campaña en Gijón. En octubre de 1937 fue detenida y condenada a 15 años en consejo de guerra sumarísimo, aunque finalmente cumplió 9 años, la mayor parte en la prisión de Saturrarán en Guipuzkoa, a la que fue trasladada en mayo de 1938. Durante su estancia en la cárcel fusilan a su novio Quintín Serrano, cumpliendo la pena de muerte a la que había sido condenado. Quintín participó en la Revolución del 34 junto a Belarmino Tomás. Salió en libertad vigilada en agosto de 1941 y vivió durante un tiempo en Barakaldo, con una hermana suya.
Se casó, en 1946 con Graciano Rozada, más conocido como Chano, quien había participado en la reorganización del PSOE y la UGT de Asturias y militaba de forma clandestina. En 1947, Chano tuvo que exiliarse en Francia, Ángeles y la hija de ambos permanecen en España. Al verse involucrada en la muerte de un grupo de guerrilleros decide marchar a Francia para reunirse con Graciano en marzo de 1948. Se estableció en Saint Eloy les Mines (Puy de Dôme) perteneciendo a las Secciones de la UGT y el PSOE, representando a esta última en el VII Congreso del PSOE en el exilio celebrado en Touluse en 1958. En 1960 regresó a España para visitar a su familia, siendo detenida en la frontera, aunque pudo continuar su visita hasta Asturias y volver a Francia.
Tras el fallecimiento de su marido regresa a Asturias y se instaló en Gijón, donde residió hasta su muerte.