Comedores escolares
Las quejas sobre la comida que se sirve en los comedores de los colegios públicos de Gijón no son nuevas, pero se han intensificado en los últimos meses. Dedicamos nuestra POLÉMICA DEL MES a dar información y escuchar todos los puntos de vista, incluidas las explicaciones de la empresa concesionaria.

SERUNIÓN es la encargada de servir la comida a los comedores escolares desde 2019. Se trae desde Valladolid, lo que se denomina "línea en frío". La empresa asegura que se cumplen todas las condiciones establecidas en el contrato y garantiza la calidad de los alimentos que se sirven. Pese al revuelo que hay en torno a su servicio, Serunión asegura que las quejas referidas a la calidad son mínimas. Se muestran dispuestos a introducir cambios "si el cliente" (el Ayuntamiento) lo pide y recuerdan que son numerosas las auditorías a las que se han sometido sus menús con resultados satisfactorios.
Desde la concejalía de educación mantienen su compromiso de cambiar el modelo antes de acabar el mandato. La idea es cambiar de esa "línea en frío" a una "línea en caliente". Los menús se elaborarían en una cocina centralizada en Gijón en lugar de venir desde Valladolid. El concejal Jorge Pañeda advierte que la comida será similar porque la que se reparte ahora (y se seguirá haciendo al menos hasta el curso 2026-2027 porque el contrato acaba de prorrogarse) es buena. Reconoce que es necesario mejorar el control municipal, pero se muestra convencido de que todo está correcto. Los informes oficiales a los que aluden las familias son "recomendaciones" y Pañeda lamenta que se estén instrumentalizando. Entiende que hay algunas familias interesadas únicamente en conseguir expulsar a Serunión, algo que no asegura que la empresa que viniese fuese mejor, adelanta. Pañeda añade que las características de los menús, más sanos, podría explicar que algunos niños coman menos. Él ha probado la comida y está bien, afirma. Añade además que por 4´5 euros los niños comen primer plato, segundo plato y postre y cuentan con personal que les atiende.
La oposición urge a cambiar el modelo. Comparten en muchos casos las quejas de las AMPAS y recuerdan que con la alimentación infantil no se juega. Izquierda unida reprocha a la concejalía de educación que "niegue la evidencia", algo que califican de "negligente". Podemos cree comprobados los incumplimientos, rechaza que se prorrogue el contrato y recuerda que los propios niños se quejan, algo que también apunta el Psoe, quien critica además que no se reúna la comisión de seguimiento creada durante su gobierno. No olvida por su parte Vox que a todo este debate sobre la calidad debe unirse el del precio, aunque lamenta que se busquen empresas de fuera para un servicio que puede ofrecerse desde aquí.
Las familias, nos cuentan desde la FAPA Miguel Virgós, estarían dispuestas a pagar más si el servicio fuese mejor. El problema, apuntan, es pagar más por una comida peor, como ha sucedido con Serunión, afirman. Los problemas son muchos y llevan tiempo advirtiéndolo.
Tema complicado y sensible el de los comedores escolares.