Carmen Moriyón, una alcaldesa en pie
La alcaldesa, Carmen Moriyón, es la encargada de poner punto y final a la sección LOS 27, por la que han pasado todos los miembros de la corporación municipal para conocerles un poco mejor. De ella se saben muchas más cosas, la paran en la calle y se habla mucho de ella. No siempre para bien. Pero está preparada para las críticas.
"¿Qué necesidad tenía de meterse en esto?". Es una pregunta que le siguen haciendo a día de hoy, 13 años después de iniciar su etapa en la política. Nos explica que nunca había tenido inquietudes políticas, pero cuando se fundó Foro en 2011 se afilió porque creía necesario un cambio para Gijón y Asturias. Le propusieron ser su líder en la ciudad y aceptó. Le cogió en un momento personal y profesional que facilitó la decisión. De haberse centrado en la medicina, cree que podría haberse acomodado. Ahora lidera desde el Ayuntamiento a un equipo y debe tomar muchas decisiones, a veces consigo misma.
Para Carmen Moriyón la política nunca ha sido sencilla. Sin experiencia accedió a la alcaldía. Se mantuvo 8 años y luego tuvo que hacer frente a la crisis en un partido que corría, reconoce, el riesgo de desaparecer. Ahora le animaron a dar de nuevo el paso de presentarse a las elecciones, y como es "muy libre" aceptó el reto. Aún a sabiendas que seguiría siendo el foco de una campaña de acoso, lamenta, que padece desde que entró en política. Sin embargo ahora ha perdido el miedo. Ataques como los que ha sufrido desde que se hizo pública la sentencia del Tribunal de Cuentas le afectan menos porque "ha hecho mucho callo". Lleva muchos juicios a sus espaldas, muchos ataques, y ya no tiene miedo de quienes articulan esas campañas. Ya sea en las redes sociales, donde el anonimato favorece la crítica, o en el Ayuntamiento. No acepta "lecciones de ética" y deja claro que está preparada para lo que viene. "Es una campaña de acoso, no de derribo".
A un político, por muy conocido que sea, quienes realmente la conocen son sus familiares y amigos. Pero a Carmen Moriyón la para mucha gente por la calle y le gusta hablar con los vecinos. Hace cosas normales, por mucho que le sorprenda a algunos, solo que tiene una responsabilidad importante. Se siente privilegiada.
En política tienes que estar disponible los 365 días, pero para una médica de profesión acostumbrada a las guardias es más llevadero. También las dificultades para coger días libres o vacaciones. Al igual que sabe que hasta los 67 años (cumple 58 este año) ejercerá la medicina, aún no piensa en la retirada de la política. Se irá viendo.
Y una anécdota. Carmen Moriyón no fue delegada en clase. Pero sí movía hilos para que saliese elegido quien ella quería.