El Ayuntamiento había mantenido en todo momento que el alumnado no podría regresar hasta 2026 porque las obras de reforma integral que le correspondían era incompatibles con la actividad lectiva. El cambio de opinión tiene una explicación. Se renuncia al proyecto de reforma aprobado, aunque ello suponga renunciar a la financiación europea que se había captado. El ejecutivo anuncia un nuevo proyecto de reforma que contará con un presupuesto de 1´7 millones de euros y que sí será compatible con la presencia de los niños y niñas.
Así las cosas, los alumnos, que llevan reubicados en La Escuelona y el CP El Llano desde que el suelo de su cole se vino abajo, podrán volver en enero. Las obras darán comienzo en mayo del 2025 y serán compatibles en todo momento con el curso escolar. Durante los meses de verano, aprovechando las vacaciones escolares, se intensificarán los trabajos en la segunda planta para que esta pueda entrar en servicio de forma definitiva en el mes de septiembre, coincidiendo con el inicio de las clases.
A la directora del colegio, Pilar Álvarez, que el proyecto cambie no le importa. Lo que siempre defendieron es poder volver a su cole.
Desde el Ayuntamiento afirman que el nuevo proyecto mejorará la seguridad, habitabilidad y accesibilidad del centro. Se financiará íntegramente con fondos propios del Ayuntamiento, supondrán una renovación integral del colegio Rey Pelayo que incluye el refuerzo estructural, la puesta al día de las instalaciones de electricidad, fontanería y protección contra incendios y la mejora de la accesibilidad. A ello se sumará también una mejor habitabilidad, generando un patio diferenciado para los alumnos de infantil y nuevas zonas verdes en el patio común. “Ante un plan de obra como el heredado, que implicaba la vuelta de los alumnos al centro en enero de 2028, hemos logrado una fórmula que permite que la comunidad recupere el colegio en las mejores condiciones y en el más absoluto corto plazo”, incide Gilberto Villoria.