Hoy mi café lo comparto con alguien cuya constante capacidad de provocar, y su carácter poliédrico, hacen de él un ser enigmático. Forma parte, junto con el músico napolitano, Enrico Barbaro, del grupo Mastodonte. Este domingo, la banda presenta, en el Teatro de la Laboral, de Gijón, su último disco, Belleza y Perdón.
Con Asier Etxeandía hemos hablado del amor en libertad, del miedo a ser rechazado por una sociedad que, aunque luchemos por estar fuera, nos termina envolviendo: "El arte es la única vía de escape". También hemos charlado de lo bien que está aprender a reírse de uno mismo porque es el "paso principal para empezar a ser libre". Un defensor a ultranza de la libertad que nos invita, con su arte, a convocar a ese Dios que vive en nosotros y que es "nuestra mejor versión".
Un arte, el suyo, que genera adicción. ¿El secreto? Dice intentar hacer canciones que toquen el alma e inviten a pensar, "pero desde un lugar lúdico". Vaya si lo consigue. Y es que al final, como él bien dice, "un artista tiene que mojarse". Y Mastodonte lo hace, con creces.