La vendimia termina en el Somontano con 15.200.000 kilos
Las inclemencias meteorológicas han provocado que ésta sea la tercera de menor producción en los últimos veinte años manteniendo, en términos de calidad, la excelencia propia de los vinos Somontano
Aunque la vendimia en el Somontano se inició el 9 de agosto, no fue hasta el día 19 cuando las 27 bodegas y 290 viticultores que integran la Denominación de Origen Protegida Somontano comenzaron de forma general. La última entrada de uva se registraba con la recolección de la variedad tinta moristel cuyos últimos racimos daban la cifra total de la campaña con 15.201.512 kilos de uva, un 20,74 % menos que la uva recogida el año 2023 (19.179.370 Kgs). Cantidad menor pero de calidad excelente gracias al buen estado sanitario de la uva y que se ha recogido, cada variedad, en su momento óptimo de maduración.
El técnico de la DO Somontano, Oscar Torres, ha señalado que la cantidad de uva vendimiada en esta campaña ha sido inferior debido, en parte, a los episodios de heladas primaverales que afectaron a 500 hectáreas de las que 220 sufrieron una pérdida de producción de más del 80%. También el pedrisco ha mermado la cantidad a recolectar siendo varias las tormentas que han afectado a poblaciones como Pozán de Vero, Salas Bajas, Salas Altas y Hoz de Barbastro. Algunos de los episodios más importantes se registraban los días 27 de abril, 30 de junio, 21 de julio y 6 de septiembre. En este caso, la superficie afectada fue de más de 700 hectáreas, en gran parte, las mismas que sufrieron las incidencias climatológicas de la primavera. De esas 700, más de 350 han sufrido más de un 80 % de pérdida de producción.
La vendimia y añada 2024 serán recordadas por las abundantes precipitaciones registradas a lo largo del año ya que en la mayor parte del territorio de la denominación de origen se han recogido, desde el 1 de octubre del año pasado hasta el 31 de septiembre de éste (año hidrológico), más de 600 litros por metro cuadrado de lluvia, superando los 700 e incluso los 800 mm. en algunas de las estaciones climatológicas.
Destacable ha sido también la importante amplitud térmica (diferencia entre la temperatura máxima del día y la mínima de la noche) de este último periodo que, en muchas ocasiones, ha superado los 18-20º C y que ha facilitado una buena maduración de las uvas lo que es un buen indicador de la buena calidad de la materia prima con la que se van a elaborar los vinos de esta añada cuyos primeros blancos se comercializarán en los próximos meses.