El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha inaugurado este jueves el nuevo tramo, que evitará que los vehículos circulen por la Nacional 232, uno de los puntos negros de las carreteras aragonesas. Hasta el momento se han invertido 39 millones de euros en estas obras, aunque el coste final se estima en 68 millones de euros.
La entrada en servicio de este tramo implica el final de las bonificaciones actuales en la autopista que circula en paralelo. Para culminar el trazado de la A-68 quedan pendiente los cinco kilómetros que enlazan Mallén con el límite de Navarra.
El presidente de la asociación de transportistas TRADIME, José Antonio Moliner, recuerda que los camiones con mercancías peligrosas tendrán que seguir circulando por la autopista y lamenta los retrasos en las obras de este tramo.
La nueva autovía unirá, cuando esté finalizada, Zaragoza con Tudela y mejorará la seguridad y la movilidad de los usuarios. Y es que cada día atraviesan esta vía 11.000 vehículos, de los que más del 56% son camiones.