El debate sobre construir o reformar La Romareda no es nuevo. En los últimos 20 años se ha intentado hasta en 3 ocasiones y todas han fracasado. Se han gastado unos 6 millones de euros en elaborar proyectos. En caso de existir unanimidad política y consenso ciudadano, el presidente de la Federación de Barrios, Manuel Arnal, se ha mostrado partidario de reformar La Romareda.
A la hora de financiar la operación, ha exigido transparencia y la implicación directa del Real Zaragoza, así como realizar operaciones urbanísticas consensuadas. Eso sí, ha rechazado pagar el estadio mediante la construcción, por ejemplo, de viviendas de lujo.
La Unión Vecinal Cesaraugusta no ha entrado a valorar posibles ubicaciones, ni el nombre del nuevo campo, ni sus usos e insisten en que las decisiones sean tratadas en el Consejo de Ciudad. El representante de la Unión Vecinal, Constancio Navarro, ha afirmado que hay que analizar si la ciudad necesita un nuevo campo o un proyecto deportivo más ambicioso. Además, ha recordado que el club todavía no se ha pronunciado sobre sus intenciones.
El representante del Consorcio de Transportes del Área Metropolitana de Zaragoza, Juan Ortiz, ha recomendado realizar estudios de movilidad para medir el impacto de trasladar el campo de fútbol a otros puntos de la ciudad, pero ha reconocido que el actual emplazamiento es el que presenta mayores facilidades en el ámbito de los desplazamientos, pese a que solo se producen de forma muy puntual, los días de partido.