El presidente de la Unión de Consumidores de Aragón, José Angel Oliván, señala que a pesar de la amplia oferta de disfraces confeccionados, lo más recomendable es la propia confección de los disfraces, por ser más original, creativa, divertida y económica. También se anima a elegir el disfraz evitando las desigualdades y rompiendo con estereotipos asignados a hombres y mujeres, así como adaptarlos a la edad.
Oliván advierte de que los disfraces destinados a menores de catorce años son considerados juguetes y deben cumplir con la normativa específica de estos productos. Es importante tenerlo en cuenta porque máscaras, disfraces y maquillajes de carnaval son productos que aparecen frecuentemente en la red de alerta de la Aesan, por no cumplir todos los requisitos de seguridad.
También recuerda la importancia del etiquetado, en el que debe indicarse la marca CE, que garantiza que los tejidos tienen un tiempo más lento de combustión; debe indicarse la edad recomendada, especialmente si son destinados a menores de 3 años y, en caso de que sea necesario, debe incluir las advertencias en su utilización, y los datos de identificación del fabricante o responsable del producto.