Zaragoza | 08.03.2023 09:44
El Torreón de Navardún, en la comarca de las Cinco Villas es una de las oficinas de turismo más emblemáticas que tiene la Diputación de Zaragoza. Es la puerta a la Bal D’Onsella y en este edificio medieval no sólo se encuentra la oficina con toda la información para el viajero, sino que además hay un centro de interpretación.
Carlos Ripalda, responsable de la oficina de turismo, explica que este torreón medieval es un lugar excepcional porque es la atalaya perfecta desde la que ver no sólo los límites de la provincia de Zaragoza sino también de Navarra. De ahí que se haya habilitado también como centro de interpretación sobre los Reinos de Aragón y Navarra como territorio de frontera en la Edad Media.
Ripalda recuerda también la historia de este torreón, de las vicisitudes que vivió y de cómo, gracias a la adquisición de la Diputación de Zaragoza en 1981, consiguió salvarse de la ruina y recuperar su esplendor después de que se terminara de restaurar en 2011. Está declarado Bien de Interés Cultural y se ha realizado una inversión de 1,5 millones de euros por parte de la institución provincial.