El consejero de Sanidad, José Luis Bancalero, ha comparecido a petición propia en las Cortes de Aragón, para explicar las acciones previstas ante el brote de gastroenteritis en Tarazona, del que ya se han registrado 508 casos. El Instituto Aragonés del Agua va a estudiar dos posibles soluciones frente a la contaminación del río Queiles.
Por un lado, instalar potabilizadoras con tecnología ultravioleta, con un coste de medio millón de euros. Y por otro, captar agua directamente del nacimiento del río, con una tubería más compleja, que requeriría una inversión de tres millones de euros.
Bancalero recuerda, no obstante, que si el Gobierno de Castilla y León localiza el foco de contaminación y logra erradicarlo, podría reanudarse el consumo de agua en cuanto las analíticas reflejaran la ausencia del protozoo. En cualquier caso, si hay que recurrir a las inversiones, el consejero ofrece su apoyo a los ayuntamientos y pide también ayuda a la Diputación de Zaragoza y al Gobierno central.