Zaragoza | 24.06.2022 13:48
Con la llegada de la Noche de San Juan llegan los rituales. En la comarca de las Cinco Villas, en Lobera D’Onsella se recuperó en 2004 el “rito del herniado”. Una tradición que se tiene constancia que ya se celebraba en 1926 y el primer testimonio escrito data de 1943. Un texto del etnólogo Ramón Violant i Simorra que lo menciona en su libro ‘El Pirineo español’. Y se cree que en torno los años 60 se dejó de celebrar.
Ángeles Bailo, portavoz de la Asociación Cultural Sesayo, explica que, en el año 2004, un vecino, Pascual Plano, recuperó este rito para la grabación de uno de los documentales de Eugenio Monesma y desde entonces se ha representado todos los años para la noche de San Juan. Fue también el origen de la asociación.
En el año 2016, la Diputación Provincial de Zaragoza lo incluyó en el programa de recreacionismo.
El rito comienza en el entorno de la ermita de San Juan y todos los asistentes acuden al bosque de la Mosquera, una vez que se llega a los robles, los niños herniados que participan en el ritual se desnudan y son pasados a través de la abertura del árbol de brazos de un oficiante, al que se conoce como Pedro, a los del otro oficiante, al que se denomina Juan.
Mientras pasan al niño de uno a otro, van recitando: "Tómalo Juan, dámelo, Pedro; herniado te lo doy, sano te lo devuelvo". Así, tres veces. Una vez terminado el rito de curación, se cubre con barro la abertura en el árbol y se venda la herida. Si el árbol se sana, el niño que ha sido pasado por su abertura, también lo hará.