Con estas ayudas se quiere fomentar la creación o la reforma de los centros, con la atención a las personas como objetivo principal. La directora gerente del Instituto Aragonés de Servicios Sociales, Noelia Carbó, explica que la pandemia ha ayudado a detectar los puntos débiles del sistema. Por eso, espera que estas subvenciones puedan servir para mejorar la atención en los centros.
En el caso de las ayudas para la atención a personas mayores, podrán solicitar estas subvenciones las entidades locales, las mercantiles (con plazas concertadas) y entidades sociales sin ánimo de lucro titulares de centros residenciales o de día y que forman parte del sistema público de servicios sociales.
El objetivo de la ayuda debe ser cambiar el modelo de cuidados de larga duración, favoreciendo el control de la propia vida, la intimidad personal y las oportunidades de elección y participación de la vida cotidiana y la interacción social.
Por otra parte, en el caso de las titulares de centros residenciales para menores, se han incluido a las entidades sin ánimo de lucro que ponen a disposición de la Administración autonómica plazas y recursos mediante el correspondiente contrato o acuerdo de acción concertada.
El objetivo de las ayudas para los centros de menores es avanzar hacia un modelo de atención más centrado en los derechos del niño y en la inclusión social o profesional del joven a través de espacios que garanticen las medidas de higiene y salud, la disponibilidad de espacios adecuados para el estudio y las actividades de ocio.