La punta de la crecida ordinaria del Ebro ha alcanzado en Pradilla una altura de 7 metros y 42 centímetros. El caudal está bajando en Novillas, donde el Ebro ha vuelto a inundar cientos de hectáreas, ya que muchas motas y defensas estaban rotas tras la avenida extraordinaria de diciembre.
Los pueblos de la ribera vuelven a pedir que se tomen medidas para evitar daños. Por ejemplo, el alcalde de Novillas, Abel Vera, reclama que se refuercen esos diques de cara a la primavera, ya que se prevén nuevas crecidas por el deshielo.
En la ciudad de Zaragoza se espera que la punta de la riada llegue con un caudal de 1.300 metros cúbicos por segundo y una altura cercana a los cuatro metros. Es una avenida ordinaria y no tiene nada que ver con los volúmenes del mes de diciembre. No hay previstas incidencias, pero la Policía Local vigilará el cauce y las urbanizaciones cercanas al río por si hubiera que desalojarlas de manera urgente.
El concejal de Bomberos, Alberto Mendoza, ha explicado que el Ayuntamiento de Zaragoza y la Confederación Hidrográfica del Ebro han revisado 44 puntos críticos de las motas situadas en el término municipal en zonas como Movera, Monzalbarba, Alfocea y Juslibol.