Lo ha avanzado el consejero de Hacienda, Carlos Pérez Anadón, ante el pleno de las Cortes, donde ha recordado que las trasferencias del Estado crecerán un 25% y se ejecutarán unos 400 millones de euros de fondos europeos.
Según Pérez Anadón, esa solidez económica es la que permite al Gobierno aragonés plantear ahora una posible reforma fiscal, como ya han hecho otras comunidades y como se demanda desde la oposición. El consejero sigue dispuesto a escuchar todas las propuestas, aunque no es partidario de una rebaja generalizada de impuestos.
Partido Popular y Ciudadanos han insistido en que es necesario bajar los impuestos para paliar los efectos de la inflación. Mientras que los populares centran su propuesta en el IRPF, porque tendría un impacto más inmediato para los ciudadanos, la formación naranja cree que también hay margen para reducir otras tasas y tributos, como el de Patrimonio o el ICA.
Tanto la diputada del PP, Carmen Susín, como el de Ciudadanos, José Luis Saz, dicen estar abiertos a negociar, aunque lamentan que el diálogo se abra primero en el seno del cuatripartito.