En general, los productores en esta época del año se decantan por el cereal porque ofrece mejores rendimientos. Sin embargo, este año, el precio de la tonelada de girasol ha alcanzado un máximo histórico de más de 800 euros por tonelada, debido a la imposibilidad de importarlo de Ucrania.
Además, para paliar la escasez de girasol derivada de la invasión rusa, la Unión Europea, de forma excepcional, permite sembrar esta oleaginosa en terrenos que la PAC obligaba hasta ahora a dejar en barbecho.
El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), José Manuel Roche, ha explicado que los agricultores dudan de si aprovechar esta oportunidad, por los altos costes de producción que están asumiendo.
Otra de las ventajas de este cultivo es que requiere menos riego que otros, como el maíz, y que se adapta a las condiciones climáticas de Aragón. De hecho, en la década de los 90 era habitual plantar girasoles porque recibían ayudas de la Unión Europea.