El jurado popular ha escuchado el análisis de los peritos y los testimonios de los policías y guardias civiles que se desplazaron al lugar de los hechos para proceder al levantamiento del cadáver. Según los encargados de procesar la escena del crimen, el chalet donde se produjo la pelea mostraba signos de violencia, y desde el primer momento fue evidente que el fallecido había sido estrangulado con un objeto, puesto que no presentaba marcas y moratones de presión.
El procesado declaró ayer no recordar nada de lo sucedido porque se encontraba bajo los efectos del alcohol y las drogas.
La fiscalía pide 22 años de prisión por un delito de homicidio agravado. La acusación popular, que representa a la familia del fallecido, otros 22 por asesinato y la defensa solo cuatro por homicidio imprudente.