Durante toda la mañana el goteo ha sido constante. Cientos de oscenses se han acercado hasta la basílica cumpliendo con todas las medidas sanitarias para mostrar su devoción al Santo. Se han vallado tanto los accesos como la salida para controlar que no se superara el aforo máximo de 208 personas en todo momento. Voluntarios de la parroquia y de la cofradía se han encargado de supervisar la entrada y salida de los oscenses. El párroco de San Lorenzo, Manuel Malo, valoraba positivamente la asistencia y el comportamiento de los oscenses.
Los oscenses esperan que éste sea el último año con restricciones y que en 2022 puedan celebrar sus fiestas patronales como se merecen. Muchos de ellos mostraban su pesar por no haber podido escuchar por segundo año consecutivo el choque de palos y espadas en la plaza de San Lorenzo esta mañana. El mayoral de los Danzantes, Paco San Emeterio, explicaba que ha vivido esta mañana con nostalgia y mucha tristeza. Asegura que los danzantes están deseosos de poder bailar de nuevo ante San Lorenzo.
Por lo demás, estas primeras horas de no fiestas han transcurrido sin apenas incidentes. La única nota negativa fue que ayer por la tarde y por la noche se vivieron aglomeraciones en algunos puntos de la ciudad como la calle Argensolas. Efectivos policiales tuvieron que intervenir para dispersar a grupos numerosos de personas que estaban bebiendo en la calle sin mascarillas y sin respetar la distancia de seguridad. En total los efectivos policiales han realizado esta noche 9 propuestas de sanción por incumplimiento de las medidas sanitarias, la mayoría por incumplir el toque de queda. El concejal de Fiestas, Ramón Lasaosa, recordaba que los agentes están actuando de manera pedagógica y no tanto sancionadora y que el dispositivo policial se mantendrá hasta el fin de semana