El precio de un catalizador puede ir desde los 400 euros en los utilitarios más económicos hasta los 1500 euros en un vehículo de alta gama. Es este tipo de coches el que busca una banda itinerante especializada en el robo de este elemento instalado junto al tubo de escape reducir las emisiones nocivas que se producen durante la combustión, por lo que son imprescindibles para cumplir con los requisitos medioambientales que exige la normativa.
Materiales como el rodio, el paladio o el platino son los que permiten disminuir la toxicidad de las emisiones. Se trata de metales preciosos que tienen un alto coste, especialmente el platino, y son muy valorados en joyería. El objetivo de los ladrones es extraerlos para poder ponerlos a la venta en el mercado negro.
El presidente de la Asociación Arqueros de Arcosur, Jorge Hidalgo, firma que en las últimas fechas se ha accedido a garajes que no cuentan con cámaras de seguridad donde, al parecer, tenían controladas las marcas en las que los fabricantes instalan los catalizadores más caros. Hasta el momento constan cuatro denuncias por el robo de estos elementos. Hidalgo que también han robado otros bienes, como el de una motocicleta valorada en más de 6.000 euros. Hidalgo ha hecho un llamamiento a los propietarios para que instalen cámaras de vigilancia en los accesos a sus garajes para evitar estos robos.