El Gobierno aragonés publicará este viernes la licitación de su Plan Extraordinario de Carreteras, basado en un método concesional pionero en España. Las empresas a las que se adjudiquen estas obras, deberán invertir inicialmente 630 millones de euros en once itinerarios de la red autonómica que suman 1.769 kilómetros. Después, se harán responsables de su mantenimiento durante los próximos 25 años, con una inversión estimada de otros 328 millones.
A cambio, cuando las nuevas carreteras estén en uso, cobrarán un canon por disponibilidad, que variará según la calidad de esa infraestructura. El consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, calcula que las concesionarias crearán 187 empleos estructurales y más de 13.000 en las distintas obras.
Además de dinamizar la economía aragonesa, Soro destaca que este modelo supondrá muchas ventajas frente a los planes habituales, con cargo a los presupuestos ordinarios. "La obligación de hacer esa fuerte inversión inicial permitirá tener una mejora sustancial de nuestra red viaria de forma casi inmediata, sin impactar en la deuda ni el déficit de la Comunidad. Además, permitirá liberar recursos de los presupuestos ordinarios, para invertir en carreteras secundarias a las que, de otra forma, nunca les llegaría el momento", ha explicado.