El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, deja en manos del Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón la posible celebración de las actividades programadas por el Ayuntamiento de cara a las fechas del Pilar. También se ha pronunciado sobre la solicitud de Interpeñas para abrir sus locales en las mismas condiciones que la hostelería, una petición que le parece razonable.
Sobre la huelga del Tranvía ha pedido un esfuerzo a los trabajadores porque la última oferta de la empresa supone un incremento salarial histórico. De cualquier modo, ha recordado que el Consistorio no está en condiciones de intervenir en estos conflictos, como piden los trabajadores del Bus y el Tranvía. También ha aclarado que no está previsto aumentar los servicios mínimos, fijados en un 60%.
Azcón ha confirmado una bajada de impuestos para aliviar las economías domésticas, lastradas por el incremento de gastos como el del recibo de la luz. También quiere rebajar la fiscalidad a las empresas para hacer que Zaragoza resulte atractiva para recibir inversiones como la de Becton Dickinson. Sin embargo, el edil popular ha subrayado que esa bajada de impuestos requiere de un gran esfuerzo, ya que, aunque se ha reducido mucho la deuda en los últimos dos años, Zaragoza sigue siendo la ciudad más endeudada de España por la mala gestión de anteriores equipos de gobierno.